Tú no sabes lo que es vivir con el dolor en las entrañas, de cargar con pesos que te consumen a cada segundo, que te jalan hacia lo profundo como en un abismo, como si caminaras siempre por el borde un pozo demasiado hondo, del que sabes que si tropiezas no podrás salir. No entiendes lo que es vivir cargando tanta muerte, cuando te has manchado de tanta sangre de otra gente en otros tiempos, cuando el destino mismo te ha llevado por caminos que no querías seguir. No sabes lo que es vivir perseguido, vivir escapando de seres que no tienen discernimiento ni compasión, sólo te buscan para aniquilarte y destruirte. Como quisiera tener un jodido respiro de tranquilidad, dejar de pensar en el camino y simplemente ponerme a respirar el aroma de las flores sin temor.
Hay quienes se quejan de su vida, pero no han vivido otras y no comprenden el valor de poder vivir en paz, no aprecian el simple hecho de poder vivir sin que nadie los siga, no aprovechan la tranquilidad de poder respirar sin que se acelere el pecho en cada instante.
Tú no sabes lo que es vivir con una capucha en la cabeza, escondido por hacer justicia, Siempre oculto, entre las sombras, anhelando tanto la luz… no comprendes lo que es vivir luchando… no tener descanso. Cerrar tus ojos y no poder morir. Atrapado en una realidad ajena, tan solo que nadie te podría hacer compañía.
Tú no sabes lo que es que nadie te conozca realmente, que nadie pueda compartir lo que tú vives, lo que tú sientes, cuando vives una vida tan peligrosa y con tantas espinas todo el que te abrace se clavará. Por eso en esta tierra, con estos pergaminos, estás condenado a vivir jodidamente solo, porque ninguna alma ama tanto para arriesgar su extraña estabilidad. Nadie podría amar tanto para arriesgar.
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