A La mujer perfecta escondida detrás de la vida, le ruego aparecer con su cabello perfecto, de un castaño rubio moreno y algo colorin, con su liso ondulado ideal, y sus ojos marrón – celestes con su toque de negro profundo que tanto me gusta. A esa que se viste de colores claros, y usa cintillos que me idiotizan por no sé que extraña razón, se le exige salir del escondrijo detrás de mi sombra, se le pide que se ponga las flores en el cabello o los sombreros de guapa preciosa que me embaucan el corazón. A esa morena de piel blanca como la nieve, con sonrisa preciosa y mirada coqueta le sugiero que se presente ya, porque hay otras malvadas que amenazan con embobarme la razón. A La mujer hecha y derecha, con corazón de niña y mañas de adolescente, le pido que venga a mi vida, con sus palabras perfectas, su dulzura y fortaleza equilibrada, con su mente suspicaz y su deseo de amar.
Ya basta! Mujer deja de evadir tu mundo, sal del escondite y cierrame un ojo para verte brillando entre las muchas todas. Ven y complícame la vida, derrumbame lo establecido.
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