Desdibujando restos de la vida de otros, me senté en la alcoba de un pasado inadvertido y advertí la tristeza escondida, esa que jamás nadie se enterará, la que se adentra en los cajones del corazón y se hace muda por deseo propio o por capricho ajeno, quien sabe ya algo a esta altura. Y en ese instante hablé con el pasado y se reía de mí, los que me miraban a los ojos, hoy me esquivan, me han vuelto la opción… El personaje de reparto, ya no estoy en la escena principal.
Y a la alcoba llegó el futuro, pero jamás le he prestado mucha atención así que le ignoré y se molestó, pero no me importa, estaba el presente, presente así que me presenté ante él y le di la prioridad y me dijo que no me preocupara, que si yo era bueno con él, el futuro sería bueno conmigo.
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