Lisa se escurre entre una rendija, tiene miedo y se esconde de lo desconocido, teme lo que no puede ver, y su miedo le ha vuelto ciega. Lisa corre a sus sabanas cuando no sabe que hacer, nunca nadie la crío para enfrentar los espectros del reloj, ni los monstruos del cajón.
Lisa le teme a hadas, sirenas, demonios y ángeles por igual, todo lo que pinta poco sólido le produce picazón, se le estremece el corazón.
Lisa es una niña criada entre miedos, con poca vergüenza, rendida ante los deseos de los espectros que vengan a Buar (dicese de cuando los fantasmas hacen “buuuu”) Nadie le enseñó a no temer, a tener fe, a no esconderse, a salir del baúl del miedo y hacerle frente a la realidad, que existe, que ahí esta.
Un Mundo espiritual tan cierto como la cartera de mamá.
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