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Se posaba una mariposa cada mañana en aquella flor mientras nos conocíamos, seguía viniendo cuando me dijiste te quiero por primera vez, cuando me miraste a los ojos y yo me perdí en los tuyos, aquella tarde que vimos nuestras almas y en silencio nos gritamos lo mucho que a nuestro lado queríamos estar. Ella estuvo también el día en que avergonzada, besaste mis labios por sorpresa y sin levantar la vista del suelo, te fuiste por la puerta asustada, mientras yo me quedaba 10 segundos embobado sin saber que hacer. Fue la mariposa espectadora principal de cuando fui por ti y te bese sin soltarte jamás, y te dije que no tuvieras miedo que no te dejaría jamás. Ella fue testigo de nuestras promesas y nuestras lágrimas, vio como rodábamos por el pasto riendo y jugando. Pero no vino nunca más esa tarde que olvidaste por qué latía tu corazón, ni vino el día en que relegué tu sonrisa, por otras cosas sin real valor.
Menuda Mariposa, todo iba mejor cuando venias, porque fuiste tan egoísta y no volviste, olvidándote de nuestro Amor.
1 comentario:
Sabes...? eres un idiota que me sale hasta en lo mas infimo del ciberespacio... pero me agrada como escribes aunq seas erratico en algunas palabras :P
Buen trabajo pekeño
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