Hay cosas que son obvias, dijo una persona, bastante idiota por cierto. - Es obvio – le dijo a su compañera, ella le respondió,
- Me han enseñado que nada es 100% obvio, todo es posible y probable en realidad.
– No, ¿puedes negarme que ese árbol es verde y su tronco marrón? Eso es obvio –
Y se fue convencida de su suprema verdad.
Llegó esa tarde a su hogar, y salió su fiel y lindo perro a saludarla, ella afectuosa le hizo cariño y se sentó en el pasto junto a él. De pronto se puso a recordar la charla con su amiga y miró un árbol y dijo nuevamente:
- Es obvio que ese árbol es verde, lo puedo ver yo misma, con mis propios ojos –
El perro levantó la cabeza, la miró y le dijo:
– Se equivoca querida ama, ese árbol que ve allí, es plomo, es algo obvio que todos sabrían.- Y se echó a dormir.
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