No tuve oportunidad para expresar al mundo cuanto sentía, nunca fui una hoja en el viento, ni una gota del mar, siempre anduve solo, cantando la canción que me dijeron debía cantar. Nunca me dejaron descansar, reclamos nunca los quise entregar, quejas no más que murmullos efímeros fueron. Siempre viví al Alero de una misión, de un poder que nunca pude contener, nunca dejé de creer, pero al fin me decepcioné, ellos mienten, ellos dañan, lo humanos son egoístas. Nunca fui el amado, o la prioridad de alguno, como serlo si siempre mi camino termina en muerte, nunca fui el villano, siempre el sacrificado. Siempre cordero, jamás el lobo. Nunca fui susurro de los delfines, ni un grano en la arena…
Siempre fui todo lo que debía ser, para salvar el jodido mundo que todos los idiotas humanos sueñan corromper.
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