Me gusta reírme de la vida por lo triste que puede llegar a ser, mis delirios cada vez se han hecho más románticos, sin siquiera haberme llegado a enamorar, no de una sola chica, no es que me gusten muchas, es que nadie me logra cautivar, más de lo que todo el resto me consigue cautivar, no ha de ser tan difícil de explicar, tal vez sí, de concebir.
Pero dadas las condiciones de un invierno tan frío parece lógico, que lo divertido de la vida es que hasta el momento más melancólico, se vuelve al final del día un recuerdo y no importa cuanto hemos llorado o cuanto nos hemos burlado, la vida es un pasaje que gira en círculos y nos dice que sonriamos al negro, tanto como al blanco… porque lo que realmente es la sonrisa es el plomo gris grisáceo, perfecto y Sereno.
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