
Iba liviana siempre, jugueteando con el día, indomable y fugaz, libre andaba como caballo salvaje que corre sin rumbo, sin hogar ni meta… quizás porque sonreía perfecta cuando mirabas sus ojos, era terrible con su belleza, si te atrapaba no había salida.
Era sencillo charlar con ella, imposible era llegar a su profundo ser, y aunque era calida en el trato, era un témpano de hielo para tomar decisiones, entre esas podía estar, dejarte atrás aunque hayas sido de lo mejor de su vida.
Era una mujer atractiva, de esas que asustan con su presencia, de esas que gustan y te encantan por lo jodidamente difícil que es tratarla…
2 comentarios:
y que robe?
Mi completa atención y mi razón :)
Publicar un comentario