domingo, 10 de julio de 2011

"De la Mano"


A tus ojos chispeantes de ilusión, me acerqué como por casualidad, simulando una experta naturalidad, era como el viento sutil que se rozaba con tu piel sin llegarte a molestar. Sonreíste al verme, solías hacerlo, esa vez pareció eterno, yo no recuerdo como le hice para hablarte, estaba petrificado, por tus encantos dominado, pero como pocas veces te dije algo inteligente y a la vez divertido, te reíste y un escalofrío de nervio me atravesó y me tranquilizó, como si hubiese aprobado una prueba que jamás pensé. Me hablaste algo, pero no te escuché, me perdía en el movimiento de tus labios y solo pensaba en lo bello de tu sonrisa, tú lo notaste, pero como eres dulce como la mayor delicia de azúcar, solo me sonreíste tiernamente y me dijiste “¿Quieres Salir? Te miré, sonreí y te contesté “Ya que insistes” Y ambos reímos, tomé tu mano y ya nunca la volví a soltar, desde entonces solos ya no estamos.

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