Me gusta la forma en que me miras, cuando me atrapas y no me dejas escapar. Me gusta cuando me convences de tus mentiras, de tus múltiples edades, de tus falsas amistades. Tienes el poder de tergiversar mis palabras y de crear problemas donde no los hay. Me gusta como me hiciste levantar mi persiana y mostrar mi vida a ajenos y propios como un espectáculo, y me hiciste creer que estaba bien, pero Ya no me gusta, tu forma de comunicar, me invitaste como un juego y me enterraste muy profundo de donde no podía salir, me llenaste de imágenes y colores, entretuviste mis sentidos para que de tu red no pudiese escapar, cada vez fuiste ganándote mi confianza como un ladrón al acecho, como el que apuñala por la espalda, y me preguntaste mi nombre y mi casa, mi color y mi estampa y me pusiste un número, y me convertí en una de tus cifras. En uno de tus títeres, y tomaste los hilos, y dejé de mirar el cielo y ya no volé más libre como un ave.
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