Dime que tengo el don del olvido y que cada vez seré más torpe para no recordar cuanto lío me haz metido, convénceme de la falsa lucha que juras tener, que el egoísmo no vence por desmerito sino por fuerza y con coraje luchas sin descanso. Júrame que la manta se cayó y no la empujaste, culpa a los espíritus del horizonte, y cuéntame la caperucita roja, para creer tu dulce cuento, egoísta oportunista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario