Hoy ha vuelto a darme eso de pensar que los humanos podrían cambiar. Vaya enfermedad más toxica, que clase de idiota puedo llegar ha ser, que santísima barbaridad.
Hoy ha vuelto a darme eso de tomar el toro por las astas, que contrariedad más escabrosa.
Hoy me ha vuelto a dar eso de querer tomar el Sol en mis manos, y rostizar un par de horas, antes de guardarme en el bolsillo el día, para que la siempre noche me entregue de regreso a mi amada amante sempiterna Luna.
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