Tu ego asfixiantemente desesperante, se adentra en los rincones del viento, aventándolo por el mundo, secando las estrellas y apagando los mares. Ya sé que lloras y sufres por tus deseos y que tu estabilidad se tambalea por causa del balancín del ego. Ya se que has reído y has creído por motivo de él, pero este deambulante obsesivo sujeto te mantiene de rehén porque sabe que el día que te apetezca dejarle atrás. Serás libre como un haz de luz.
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